sin palabras

Qué frío, qué flojera, qué todo. Apenas ayer quería comérmelo todo sin saborear, ganas de saltar y gritar. Ahora nada, ahora ni siquiera ansiedad.


Me llaman la atención mis cambios de ánimo. Dos caras de una misma moneda que se intercalan demasiadas veces en un mismo día. A veces estoy coloreada en el cielo, subida en una nube pensando en los 4 colores de mi mente, y de repente me caigo, bajo en picada y plop! me estrello con la realidad.

Temprano Moni y Luis pasaron por mí, había planificado hacer algo por los demás, tenía que escapar de este mundo superficial y ver la realidad de muchos, la injusta realidad…

Me han preguntado si soy feliz.. yo pregunto que es la felicidad??.. no lo sé o quizás si… solo puedo asegurar que después de pasar una mañana con aquellos pequeños, que han sido abandonados, algunos sin poder caminar, ni hablar, ni si quiera pueden comer por si solos… he aterrizado de nuevo, Dios no se si reclamarte por tanto sufrimiento o agradecerte por permitirme arrancar una sonrisa a esos pequeñines, nunca nadie me hizo sentir la necesidad de un abrazo como ellos..

Odio sentirme así, he llegado casa y me puse a llora… y lloro por ellos y lloro por mí.

Ahora no tengo ganas de seguir adelante, ni de retroceder. Qué feo es estar aquí, sin más ilusiones que tus viejas ilusiones, sin más esperanzas que tus estúpidas esperanzas, sin más corazón que tu insípido y abatido corazón.

Qué feo es estar así reclamando al mundo, reclamando a Dios…. no es justo...